Mas real...

¡YA TIENE LADRÓN EL PUEBLO!
De Emilio Ferrero
-En este pueblo no hay ladrones
-Ese es el problema
-Ni más ni menos. Para ser ciudad hay que tener ladrones.
-¡Al menos uno, mire!
-Una ve lo noticieros de la tele y cuando le pasan las noticias de la ciudad ve que hay ladrones. Ladrones acá, ladrones allá. Ladrones por todos lados.
-¡Y nosotros ni uno, siquiera!
-Por eso, si queremos crecer de pueblo a ciudad, ¿qué es lo que necesitamos?
-¡Un ladrón!
-Pero no tenemos.
-¡Lo elegimos!
-¿Le parece?
-¡Y claro!
-Ah, entonces yo propongo que el ladrón sea el Enzo Rulinelo
-Y yo propongo que sea el Cachi
-¿Qué Cachi?
-El hijo de Elvira
-¿La panadera?
-No, la que vive al lado de la Susana.
-¡Ah, sí!
-¡Y votemos!
-Votemos.
-Levanten la mano los que quieran que el ladrón del pueblo sea el Enzo Rulinelo
-A ver… uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis.
-¡Seis votos para el Enzo Rulinelo! ¿Anotó?
-Anoté
-Levanten la mano los que quieran que el ladrón del pueblo sea el Cachi que es el hijo de la Elvira que vive al lado de la Susana?
-A ver… uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve. ¡Nueve! ¿anotó?
-Anoté.
-Entonces. Hagamos recuento de votos. ¿El Enzo Rulinelo cuántos votos sacó?
-¡Seis!
- ¿ Y el Cachi que es el hijo de la Elvira que vive al lado de la Susana, cuántos sacó?
-¡Nueve!
-Ganador por diferencia de tres votos, ¡el Cachi que es el hijo de la Elvira que vive al lado de la Susana!
-Bueno, listo. ¡Ya tiene ladrón el pueblo!
-¡Ya tiene!
-¿Y ahora?
-¡Y ahora a esperar!
-¿A esperar qué cosa?
-Que el Cachi que es el hijo de la Elvira que vive al lado de la Susana se robe algo.
-¡Es verdad!
-Y ahí sí. ¡Ahí sí que vamos a ser ciudad en este pueblo!
Y entonces todos se fueron a dormir y esperaron y esperaron a que el Cachi que es el hijo de la Elvira que vive al lado de la Susana se robe algo.
La primera noche todos en el pueblo dejaron las puertas de las casas sin llave. Pero, al despertarse al otro día, todo estaba en su lugar y no les habían robado nada.
La segunda noche, además de dejar las puertas abiertas, abrieron las ventanas. Pero, al despertarse a la mañana siguiente, nadie les había sustraído nada.
A la otra noche, ya algo fastidiados, los vecinos del pueblo durmieron con las puertas y las ventanas abiertas y, además, pusieron cerca de ellas los objetos de valor de las casas. ¡Pero nada!
Las noches que siguieron, los vecinos ponían carteles en las puertas de las casas.
“¡Tengo un televisor de lo más caro!”, decía uno.
“¡En la latita que está arriba del ropero tengo guardados todos mis ahorros!”, escribió otro.
“¡En la mesada de la cocina hay unos anillos de oro de 18 kilates.! Y en el horno dejé pollo”, anunciaba el de más allá.
Como seguía amaneciendo y las cosas seguían sin ser robadas, los vecinos del pueblo ya cansados de la cosa, se juntaron con palos, antorchas y tridentes y fueron hasta la casa del Cachi que es el hijo de la Elvira que vive al lado de la Susana.
-¡Atorrante!
-¡Vago!
-¡Monstruo!
-¡Andá a trabajar!
Gritaba la gente en la puerta de la casa del Cachi que es el hijo de la Elvira que vive al lado de la Susana.
A la noche siguiente, lo vecinos dejaron las puertas y las ventanas abiertas y esperaron y esperaron a ser robados.
Cinco noches esperaron los vecinos. ¡Y nada!
La gente ya no dormía a la espera de ser robados.
El médico del pueblo empezó a recetar remedios para las personas que estaban muy nerviosas porque no les robaban nada.
Hasta que una tarde se juntaron todos en la plaza y empezaron:
-¡¿Qué está pasando?!
-¡Eso! ¿Qué pasa que no nos roban!?
-¿¡Acaso mi dinero no vale?! Toda una vida juntando esa plata y guardándola en la latita arriba del ropero para que el Cachi que es el hijo de la Elvira que vive al lado de la Susana no se lo robe? ¿A ustedes les parece justo eso?
- ¡Y yo que me la paso dejándole pollo, ravioles, milanesas, fideos al pesto y vació al horno con papas y nada! ¡Esto es agotador!
-¡No pego un ojo hace un mes, señores!
-¡Al Enzo Rulinelo! ¡A ese tendríamos que haber votado para ladrón!
-¡Votemosló!
-¡Eso! ¡Votemos!
-Los que votan porque el Enzo Rulinelo sea el nuevo ladrón pueblo que levanten la mano!
-A ver… uno, dos tres, cuatro, cinco, seis… y ocho… diez… quince!
-¡Por unanimidad, que quiere decir que todos, se elige nuevo ladrón del pueblo al Enzo Rulinelo!
-¡Bravo, bravo!
-¡Al fin vamos a ser ciudad!
-¡Viva, viva!
Y todos se fueron a las casas y dejaron las puertas y las ventanas abiertas y los objetos de valor cerca y los carteles a la vista y fueron a dormir.
Esa noche, el Cachi que es el hijo de la Elvira que vive al lado de la Susana, vino tarde de su trabajo y como tenía mucha hambre entró a una de las casas y se comió un rico vacío al horno con papas. Tomó gaseosa de la heladera, hizo un provechito y se fue a dormir a su casa.
A la mañana siguiente, la noticia de que alguien había entrado a la casa de un vecino y se había comido su cena corrió como reguero de pólvora.
-¡Esto es una vergüenza!
-¡Qué inseguridad hay hoy en día!
-¡Así ya no se puede vivir!
-¡Este pueblo cambió mucho!
-Es que esto ya no es un pueblo… ¡Esto es una ciudad!
-¡Una ciudad llena de ladrones!
-¡Cómo extraño aquellas épocas en donde se podía dormir con la puerta abierta!
Comentaban y comentaban y comentaban, las vecinas en las veredas.
Y así es como fue que, por fin, tuvo ladrón el pueblo.

recuerden q es solo un chiste!!

saludos

p.d:como diria Homero, Robar es malo!